SAME 2012.
Cada año la Campaña Mundial porla Educación (CME) propone durante una semana (23-29 de Abril) diferentes
movilizaciones a favor del derecho a una educación de calidad para todas las
personas. Este año su lema es “Con
derechos desde el principio. Por una educación temprana de calidad”, fijan sus esfuerzos y sus objetivos en la
importancia de recibir educación en la primera infancia, desde el nacimiento
hasta los seis años, ya que es una etapa a la que no se le da la importancia
que requiere.
Para la CME la educación es:
- Un valor en sí misma y un derecho de todas las personas, reconocido
en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
- Imprescindible para luchar contra la pobreza y lograr un desarrollo
sostenible, ya que
contribuye a aumentar la esperanza de vida y a mejorar la salud de la
población, favorece el crecimiento económico, una mejor distribución de la
riqueza y permite la participación ciudadana en la vida pública.
- Una responsabilidad fundamental de los estados.
- Una meta que puede alcanzarse si los gobiernos tienen voluntad política
y movilizan los recursos necesarios.
Como hemos analizado en otras entradas, el número de matriculaciones en
la enseñanza primaria a aumentado de forma general, por lo que los porcentajes
son cada vez más positivos en niños escolarizados a partir de los seis años,
¿pero hasta que cumplen esa edad, que tipo de educación deben recibir esos
niños y niñas?
En esa etapa de primera infancia los niños y niñas también tienen el
derecho a recibir una educación de calidad, y por eso los países y sus poderes
públicos no deben de olvidarse de respetarlos y garantizarlos. La
infancia es la etapa evolutiva más importante de los seres humanos, pues en los
primeros años de vida se establecen las bases madurativas y neurológicas del
desarrollo. Pocas dudas existen sobre la importancia del desarrollo infantil
temprano en el aprendizaje y en el desarrollo social. Las experiencias de niños
y niñas en sus primeros años son fundamentales para su desarrollo posterior.
Es imprescindible que se garanticen las condiciones básicas de
alimentación y de salud de los niños y niñas pequeños, el apoyo a las familias
para que atiendan las necesidades, el desarrollo y la educación de sus hijas e
hijos, y la incorporación progresiva de los niños y niñas en centros educativos
que contribuyan a su maduración y a su aprendizaje.
Una atención educativa en la primera infancia de calidad implica
reconocer la importancia de esta etapa educativa, asegurar el acceso de todos
los niños y niñas en igualdad de condiciones, tener infraestructuras adecuadas,
docentes y personas cuidadoras con la formación necesaria, la implicación de
las familias, una adecuada inversión en educación y la coordinación con
instancias sanitarias y sociales.
Pero nuestro centro de observación o todo el trabajo no debe de ir
centrado en el niño o la niña, si no que hay que tener en cuenta su contexto y
sus circunstancias. La atención de la madre y el padre en los primeros momentos
de la vida se considera fundamental en el desarrollo. En este sentido, aunque
un 80% de los países en desarrollo ha establecido algún tipo de licencia de
trabajo por maternidad, las condiciones de la misma son muy desiguales. Aunque
el mínimo marcado por el Convenio 183 de la OTI es de 14 semanas, estos
permisos pueden ir desde los 30 días en Túnez, a las 12 semanas en México, 16
semanas en Sudáfrica o 18 de Chile. De los 11 países estudiados de Oriente
Medio, sólo dos, Siria e Irán, cumplen el mínimo de 14 semanas establecido. En
todos los países las licencias por paternidad son aún escasas o inexistentes.
Otra barrera a superar para lograr una atención de la primera infancia
universal y de calidad la encontramos en el mero reconocimiento de la
existencia de los y las menores. En ocasiones la exclusión comienza con la
falta de registro jurídico de su propia identidad. La falta de un certificado
de nacimiento impone fuertes barreras para el ejercicio de otros derechos.
Según datos de Unicef, en 2009 uno de cada seis nacimientos de niños y niñas en
Latinoamérica no estaba registrado, lo que llegaba a suponer el 26% de los
nacimientos en Bolivia, el 22% en República Dominicana o el 19% en Nicaragua.
Como hemos mencionado las condiciones del futuro alumnos o alumna
condicionan sus posibilidades ante la educación, por ello sabemos que las
posibilidades educativas del menor se configuran mucho antes de que ingrese en
la escuela, ya que las competencias lingüísticas, cognitivas y sociales
empiezan a tomar forma en la primera infancia. La falta de estímulos, el estrés
afectivo u otros factores suponen un gran coste personal y social y socavan la
eficacia y equidad a lo largo de todo el ciclo educativo.
La atención educativa que una niña o un niño recibe en esta etapa,
tanto en el ámbito familiar y comunitario como en la escuela, condiciona las
opciones educativas que tendrá el resto de la vida, ya que es en la primera
infancia cuando se desarrollan las capacidades que son base del aprendizaje
posterior. El desarrollo integral de esta etapa incluye el bienestar físico y
emocional, la identidad personal y la autoestima, la capacidad de comunicarse,
la relación con los demás, y el derecho al juego como herramienta fundamental
para aprender y desarrollarse en igualdad, solidaridad y libertad.
Existen opiniones diversas sobre la edad de inicio de la
escolarización. En España mismamente no es una etapa obligatoria, aunque si
recomendable, sea una etapa obligatoria o no, es importante reconocer las
distintas maneras de organizar la educación infantil y garantizar que cada una
de ellas, con sus peculiaridades y diferencias, suponga un auténtico contexto
de desarrollo infantil.
Durante esta semana muchas ciudades españolas y otros países que
participan en la Campaña Mundial por la Educación proponen diferentes acciones
y actividades para sensibilizar al resto de la sociedad y dar apoyo a todos los
proyectos que se vienen realizando. Una de las actividades propuestas a nivel
global es la Gran Imagen. Lo que pretenden es que a partir de la idea “derecho
a la atención y a la educación en la primera infancia”, tanto niños como niñas,
jóvenes y personas adultas, hagan dibujos, tomen fotografías, imágenes,... para
después crear un gran collage compuesto por todas ellas.
Para ello han
colocado en su web una plantilla donde cada participante podrá dibujar, o pegar
lo que quiera, reflejando por ejemplo algo importante que aprendieras en la
infancia, el primer recuerdo del colegio, algún problema por el que algunos
niños y niñas del mundo no pueden acceder a la escuela, o como sería el mundo
si todos tuviéramos la oportunidad de ir al colegio,...
Que interesante sería que en los colegios en vez de celebrar el día de
la madre o el padre haciendo manualidades (que no me parece que este mal y lo
respeto), se posicionarán a favor de todas estas campañas y empezarán a
trabajar con todos los alumnos, independientemente de la edad, cuestiones como
el acceso a la educación, la diferencia que existe en la calidad de vida entre
unos países y otros,... quizá no entre en los objetivos del currículum, y por
eso no son acciones que se planteen de forma sistemática en el calendario
escolar, pero me parece básico y muy positivo que los niños y niñas de nuestro
entorno sean conscientes de que sus derechos si se están respetando, pero que
hay otra persona al otro lado del mundo con su misma edad, que no tiene la
suerte de acudir a la escuela.
Si desde que acudimos a la escuela nos sensibilizamos por las
enfermedades que tiene nuestro planeta, quizá cuando seamos más mayores tenemos
la motivación, el conocimiento y las herramientas para luchar y apoyar campañas
como esta, y quien sabe si poco a poco con un pellizquito de cada uno, ofrecer
a este mundo y a sus habitantes un futuro mejor y en igualdad para todos.
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